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La Mesa del Rey en el transcurso de los años

(Experiencia vivida en el 9.º piso de la enfermería en el año 2000, comentada por hermana Annette Aspirot s.p., asistente del sector de enfermería en la época.)

Dondequiera que estemos, muchas veces sin saberlo, se escribe la historia. La historia se transmite oralmente o en los libros. Se recuerdan los hechos, los hechos se pierden, pero siempre quedan algunos para tejer el vínculo que, desde siempre, nos une y da sentido a nuestro camino hacia una meta. Afortunadamente, es la fuente inspiradora que hace crecer y estimula el compromiso, y también realiza los proyectos que resultan de nuestro carisma. Muchas características de la historia son prometedoras para nuestro futuro. Para ilustrar un ejemplo, en el día a día, recordamos el gesto de compasión que nuestra beata fundadora, Madre Émilie Tavernier-Gamelin, tuvo hacia los pobres de su barrio, y que inmortalizó a través de los ministerios de sus seguidoras, dándolo a conocer bajo su verdadero nombre «LA MESA DEL REY».

Nuestras predecesoras y toda una serie de seguidoras perpetuaron esta obra caritativa ofreciendo el pan de cada día a muchas hermanas y hermanos con hambre. Es con una atención particular que las Hermanas de la Providencia han mantenido servida la mesa del rey. Las festividades en torno al 175.º aniversario de la fundación de las Hermanas de la Providencia brindan una excelente oportunidad para recordar los admirables ejemplos de compasión alrededor de una mesa. Nuestras hermanas, nobles portadoras de pan, han marcado de esta manera la obra de compasión de las Hermanas de la Providencia.

En otras ocasiones donde se concretó este gesto, mencionamos la iniciativa vivida en Pavillon Providence en el año 2000. Estudiantes del Ifhim (Instituto de Formación Humana Integral de Montreal) habían expresado el deseo de ir a visitar a las residentes de la enfermería, y aprender, de sus experiencias pasadas, el compromiso de estas valientes obreras que trabajaron con personas en situación de calle, enfermos y pobres sin pan. Las residentes del noveno piso, cuya animadora en la época era Hna. Pauline Drouin, SP, fueron las anfitrionas designadas para compartir sus conocimientos con nuestras visitas, estudiantes del IFHIM, Hna. Lauraine y  Hna. Symphorose

Una excelente manera de dar a conocer a nuestras visitantes las actividades de las Hermanas de la Providencia es presentarles la mesa del Rey, servida para unos cuantos Amigos de Emilia (personas que padecen diferentes trastornos mentales). Esta obra se benefició de los servicios de las Hermanas de la Providencia durante varios años.

Gracias a estas valientes trabajadoras, seguidoras de Emilia, las Hermanas de la Providencia, a lo largo de su historia, han proporcionado asistencia a numerosos pobres mediante diversas obras como la que cito hoy: la Mesa del rey.

Hna. Annette Aspirot, sp.

 

 

Mientras disfrutamos de una buena sopa, recordamos un poco de historia. Aquí vemos a un amigo que está muy interesado en la obra de nuestra fundadora a favor de las personas necesitadas. La conversación gira en torno al generoso papel desempeñado por las hermanas y los laicos por el bienestar de sus hermanas y hermanos en necesidad. Al igual que Emilia, estas buenas trabajadoras son samaritanas dedicadas y compasivas.

 

 

 

 

 

 

Las dos estudiantes del IFHIM muy interesadas en la historia ilustrada de nuestra Congregación y Hna. Alberte Fay se siente muy honrada.

 

 

 

 

Hermana Pauline Drouin, animadora, y Hna. Jeanne d’Arc Lajeunesse tienen mucho que contar sobre la obra y la compasión de Madre Gamelin.