Concierto de gala por la educación en Haití
El mes pasado, hermanas Karin Dufault, Diane Sarrasin, Josie Lerios, Hélène Mamert Nga Amogo, Maria Nagui y Francine Blanc, participaron en una gala organizada por el padre Asnigue Merlet, cuyo propósito fue recaudar fondos para el alumnado de la escuela Notre-Dame-de-Fatima Bicentenaire, en Puerto Príncipe, Haití. El concierto tuvo lugar en Centre de Congrès Palace, en, Laval, Quebec. Asistieron al evento en calidad de artistas el padre Patrick François, Tamara Suffren, Jean Jean Roosevelt, el coro Harmonie des Anges y Myriam Antoine. La velada comenzó con la interpretación del himno nacional haitiano, contextualizando así el propósito del evento: una causa humanitaria en Haití. Después de dicha interpretación, el padre Merlet pronunció unas palabras de bienvenida y agradecimiento. Con la ayuda de un vídeo documental, relató los inicios de la obra y la implicación y el apoyo de las Hermanas de la Providencia, a quienes, en un gesto de agradecimiento, se les hizo entrega de un cuadro de Nuestra Señora de Fátima y de una placa conmemorativa en reconocimiento por el apoyo y el acompañamiento brindados al alumnado de dicha escuela. Hermanas Hélène Mamert y Diane Sarrasin aceptaron ambos presentes.
La iniciativa de reunir a la población haitiana que vive fuera del país representa una gran contribución para la
educación y el futuro de Haití. Fue un momento extraordinario durante el cual personas de distintos orígenes se reunieron por una misma causa: contribuir al desarrollo de las personas más necesitadas. A lo largo de la velada se nos convidó a disfrutar varios platos, y tanto el padre Asnigue como los demás artistas invitaron a quienes estábamos presentes a que, a través del canto y la danza, y por la intercesión de la Virgen María, nos conectáramos con Dios, con la Tierra y con todo el pueblo de Haití. A través de los mensajes transmitidos por los cantos y las danzas, se podían sentir las vibraciones y la energía de ciertas tradiciones haitianas que expresaban una sed y un deseo profundo de cambio. Pudimos sentir la alegría de compartir ese momento, como una forma de solidarizarnos con el sufrimiento del pueblo de Haití. Como Hermanas de la Providencia, esta experiencia fue una oportunidad para vivir plenamente nuestro Carisma en solidaridad creativa con las personas más necesitadas.
¡Providencia de Dios, muchas gracias te doy!
Francine Blanc y Hélène Mamert

