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Homenaje a la Hermana Yvette Forest, sp.

Este texto es un homenaje a Hermana Yvette Forest, sp., madre portadora de la Asociación Canadiense del Recitado Bíblico*, cuya "influencia dentro de la asociación fue inmensa". (GP) Su muerte se produjo el pasado 9 de septiembre y varios miembros de la asociación estuvieron presentes en su funeral. Este homenaje, lleva la firma de Hélène Boudreau, y fue escrito con la colaboración de la Sra. Louise Bisson, el Hermano Guylain Prince y la Sra. Jennifer Rego Galvao [1].

«Abre tu corazón».

*El recitado bíblico es una forma de meditación centrada en la Palabra y con efecto en toda la persona, y a través de todos los sentidos.

Ante todo, hermana Yvette fue una de las primeras personas en Canadá que caminó con Louise Bisson y se sumergió en «esta disciplina de la tradición bíblica oral que es el recitado» (LB). «Fue una de las primeras en comprender lo que hacemos cuando vivimos el recitado bíblico. Nos abrimos desde dentro. Nos hacemos presentes en nuestros cuerpos. Nos exponemos por completo a la Palabra. Nos dejamos tocar, nos dejamos transformar allí donde la Palabra resuena para nosotros. (LB). Hermana Yvette supo explicitar «cómo la Palabra nos moldea, cuando pasa por nuestro cuerpo». (LB)

Según Guylain Prince, la imagen de la semilla que germina en la parábola del sembrador, ilustra el viaje de la Palabra en hermana Yvette, pasando por los recitados. La semilla germinada, al igual que la Palabra, pudo ahondar sus raíces, día a día, en la tierra buena y generosa que era  Hermana Yvette (cf. GP). «Hermana Yvette no dudó en vivir de este medio radicalmente nuevo del recitado bíblico… En ella la Palabra cobró Vida, y literalmente se hizo cuerpo en su vida. (GP)

Para Louise Bisson, fundadora y creadora de los recitados bíblicos, Hermana Yvette fue siempre una persona con la que podía contar. Durante las reuniones periódicas, Hermana Yvette le brindaba calma, lucidez, animándola dulcemente: «un prodigioso apoyo interior». Ella «abrazó esta misión del recitado y de la Palabra viva… la hizo suya». (LB)

Hermana Yvette infundía un «soplo de amor en nuestra red del recitado bíblico, un amor lleno de ternura y presencia para cada persona, un amor familiar… que nada pudo detener» (LB). Toda su ternura se manifestaba, en sus abrazos y se hacía sentir profundamente, sin esfuerzo. A sus 95 años, hermana Yvette apreciaba la vida, seguía plenamente comprometida con su misión y era siempre cariñosa. «Esto nos habla mucho de Aquel a quien ella ama y llama cariñosamente «Jesús mi Amor»». (LB)

Yvette se dejó «movilizar por la Palabra con todas las fibras de su ser, con todo lo que era su ser. Se dejó transformar, transfigurar por esta Palabra». (GP)

Y a su vez, hermana Yvette permitió que esta Palabra movilizara a aquellos con los que estaba en contacto. Apoyó a muchos que se dejaron transformar por esta Palabra. Y así, gracias a hermana Yvette, la Palabra se convirtió en Luz cada vez más plena en este mundo. (GP)

Hermana Yvette «dio a muchas personas el deseo de sumergirse en esta disciplina del recitado bíblico» (LB). «Fue con ella que realmente comenzó una red de vida, un tejido humano que tomó forma en el recitado» (LB). Hermana Yvette no solo participó en todas las sesiones a las que pudo asistir, sino que posteriormente compartió su experiencia con un grupo de recitadores del área de Montreal. «No solo daba a conocer el recitado, sino que lo daba a gustar.» (LB). Animó fielmente varias actividades de recitado durante décadas. Así, los que lo deseaban podían seguir «bebiendo la Palabra», nutriéndose de ella.

Trabajó en parroquia y también dirigió la academia de recitados bíblicos que estuvo activa entre 1994 y 2012. Hermana Yvette y su grupo de jóvenes transmitieron un impresionante repertorio de recitados: parábolas, relatos de milagros, recitados para los momentos culminantes del año litúrgico… Hermana Yvette hizo que los tres componentes del recitado bíblico (saber hacer, conocer, saber ser) se vivieran en estrecha relación con el sentido profundo de las palabras y el trabajo gestual de Louise Bisson. (cf. JRG)

Entre los jóvenes de su grupo, Jennifer Rego Galvao vivió una relación prolongada con hermana Yvette. Jennifer atestigua: «Todo lo que se vivió (en el recitado con hermana Yvette) estuvo siempre relacionado con el cuerpo, el corazón y la mente, pero sobre todo con nuestro corazón. Éramos una familia y se formaron lazos muy fuertes que aún perduran». (JRG)

«Hermana Yvette nos hizo vivir la Palabra en todo nuestro Ser, a través de nuestros cinco sentidos, así como también con la inteligencia del cerebro y del corazón.  Para mí, este es el mejor alimento para nuestro espíritu porque llegué a aprender, descubrir, conocer e integrar varios textos bíblicos que de otra manera no hubiera tenido la oportunidad de profundizar.» (JRG)

Para varios recitadores, hermana Yvette era la «abuela» de ellos en el recitado. Muchos se beneficiaron con su escucha atenta y su presencia bondadosa. Hermana Yvette siempre los invitó a «abrir sus corazones» (LB). Siempre «quiso dar su amor a los necesitados» (LB). (LB) «Cuando Yvette entra en tu vida y te hace entrar en la suya, dura hasta el final. (LB)» «Hermana Yvette supo acercarse a todos y cada uno de nosotros, con sus ojos, su tacto, sus palabras y su oración…» (LB)

Por su manera de querer siempre más a Cristo, por su manera de escuchar a su Amado, hermana Yvette nos abrió un camino hacia una vida interior auténtica, sostenida y activa. (cf. LB)

«A través de Yvette, Cristo habitó entre nosotros de forma constante, intensa y suave, al mismo tiempo. (LB)

Hélène Boudreau es transmisora de la Asociación Canadiense de Recitado Bíblico.

[1] Para aligerar el texto, las iniciales GP y LB corresponden a las palabras pronunciadas por Guylain Prince y Louise Bisson en el funeral de hermana Yvette el 18 de septiembre. JRG se refiere a un extracto de la correspondencia electrónica entre Jennifer Rego Galvao y Hélène Boudreau.

Hélène Boudreau, interBible.org