
Tras el decreto del Papa sobre un milagro atribuido a la intercesión de la persona venerable, se la proclama beata.
En 1983, la acción de Dios se manifiesta y se produce una sanación: ¡Yannick Fréchette, un niño de 13 años, se cura de la leucemia linfoblástica aguda gracias a la intercesión de Madre Gamelin!
En 1997, el expediente médico es objeto de estudio por parte de los médicos de Roma quienes, en 1999, emiten una decisión positiva unánime sobre este caso considerado inexplicable por la ciencia médica. Posteriormente, los teólogos romanos se pronuncian a su vez sobre la intercesión atribuida únicamente a Emilia Tavernier-Gamelin.
El 18 de diciembre de 2000, el Papa Juan Pablo II reconoce la intercesión de Emilia Tavernier-Gamelin, como también la autenticidad del milagro. La presenta al pueblo cristiano en calidad de Beata, el 7 de octubre de 2001, en la Plaza San Pedro, y permite un culto público en las regiones a las que se la asocia.
Desde el día de su beatificación, Emilia Gamelin es presentada como modelo de caridad compasiva y de práctica heroica de las virtudes cristianas. También es conocida por su compromiso laico y como fundadora de una congregación religiosa apostólica, las Hermanas de la Providencia.