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Capítulo General 2022

Un Capítulo General es el momento culminante de una congregación religiosa. Actualmente, del 12 de julio al 2 de agosto, se está celebrando en la Casa Madre el 31.er Capítulo General de las Hermanas de la Providencia, en la Sala Providencia. Alrededor de un centenar de delegadas (Hermanas de la Providencia de diferentes países y orígenes) se reúnen en modo presencial y por Zoom, para compartir sus dones, seguir la inspiración del Espíritu Santo y tomar importantes decisiones que tendrán repercusiones durante los próximos cinco años. Entre estas importantes decisiones se encuentran las Orientaciones Generales (directrices para toda la Congregación) y la elección del nuevo Equipo de Liderazgo General. Así, las delegadas cumplirán primero con su principal responsabilidad, la de preservar el patrimonio espiritual de la Congregación.

En las siguientes líneas, compartiremos la Reflexión sobre el Evangelio según san Mateo, 12, 1-8 del 15 de julio de 2022, que forma parte de nuestra misa diaria del Capítulo General.

Recordemos que los fariseos están al acecho del más mínimo gesto o palabra de Jesús para acusarlo.

El Evangelio que acabamos de leer nos muestra a Jesús caminando por los campos de trigo. Jesús es un admirador de la naturaleza y a menudo utiliza lo que ha visto y oído para ayudarnos a entender las verdades de lo alto.

Naturalmente, sus discípulos lo siguen fielmente, al igual que los fariseos. Aunque los fariseos no siempre aceptan las enseñanzas de Jesús, su objetivo no es entender sus palabras, sino sorprenderlo en la falta para tener motivos para acusarlo y eliminarlo.

Entonces a los discípulos les da hambre. Ellos arrancan espigas para comer, lo que observan los fariseos. Normalmente, la ley prohíbe cosechar el sábado; es un trabajo prohibido por la ley. Los fariseos interrogan a Jesús sobre el comportamiento de los discípulos: está prohibido arrancar espigas el sábado. Esta vez, la prohibición se refiere al trabajo.

Entonces, Jesús les recuerda acontecimientos del Antiguo Testamento, según la ley de Moisés.

1.er ejemplo: ¿No han leído ustedes lo que hizo David un día que tenía hambre, él y su gente? Pues entró en la casa de Dios y comieron el pan ofrecido a Dios, que les estaba prohibido tanto a él como a sus compañeros, pues estaba reservado a los sacerdotes.

Ejemplo 2.o: ¿No han leído en la ley que los sacerdotes en el Templo no observan el descanso, y no hay culpa en eso?

Jesús no se burla de la ley, sino que establece los valores anunciados por los profetas: «Y si ustedes entendieran estas palabras: Quiero misericordia, no sacrificios, ustedes no condenarían a quienes están sin culpa».

+ La misericordia o compasión es un valor mayor que el sacrificio.

+ Dar de comer al hambriento, el servicio es más grande que la ley.

+ Acciones como acoger a los refugiados, cuidar a los enfermos, proteger a los niños maltratados o abandonados, luchar contra la injusticia y otras necesidades identificadas en nuestro prójimo sirven para perfeccionar la ley.

+ La ley está destinada a liberarnos.

+ El apego a los ritos y costumbres puede hacernos olvidar la misericordia.

+ La misericordia no juzga ni condena. Actúa según la ley del amor y la compasión.

+ Señor, abre nuestros ojos y toca nuestros corazones según tu ley de libertad y amor. Amén.

Jeanne d’Arc Dubé, sp