Celebración de Nuestra Señora de los Dolores
Nuestra Señora de los Dolores o Nuestra Señora de los Siete Dolores, es uno de los muchos títulos bajo los cuales la Iglesia católica venera a la Virgen María, madre de Jesús. El título acentúa la unión de la madre al sufrimiento de su Hijo que se sacrificó para dar a los seres humanos una vida nueva. María se hace fuerte y constante, a pesar del dolor, mientras acompaña a Jesús en su misión Redentora. [1]
Madre Gamelin resume las principales circunstancias de su vida en que la Virgen de Dolores se le manifestó especialmente: muerte de su esposo, de sus hijos: asistencia dada a los pobres y a los que sufren: «[La imagen de Nuestra Señora de los Siete Dolores] me llamó mucho la atención… Me gustaría pues venir a sus pies a rogarle que tenga piedad de mí… pensaré que Ella me escogió particularmente como hija suya, obligándome a consolarla en este mundo y hacerla venerar propagando su devoción, tanto cuanto sea posible, por todas partes donde haya Hermanas de la Caridad…».
Madre Gamelin encontró en nuestra Señora de Dolores: «el secreto de una tierna compasión y de una abnegación constante frente a los miembros sufrientes de Cristo».
En el servicio de los pobres, las hijas de Madre Gamelin encuentran en su camino la Cruz de Cristo de todos los días ¿Quién podría, mejor que Nuestra Señora de los Dolores inspirar a las que quieren imitarla, la actitud que deben tomar a fin de que este encuentro sea para su bien espiritual como así también para los que sufren los desgraciados que ellas quieren consolar?[2]