Aniversario de la Beatificación
Durante el otoño de 2001 cientos de peregrinos Providencia –hermanas, Asociadas y Asociados, familiares y amigos– viajaron hasta Roma para presenciar la beatificación de nuestra fundadora Emilia Tavernier Gamelin. La mañana del 7 de octubre, escucharon la homilía del papa Juan Pablo II quien concluía: “Queridos peregrinos que habéis venido de diferentes países para las beatificaciones de hoy: Que estas nuevas figuras de santidad, especialmente Emilia Gamelin, os ayuden a ser santos en vuestra vida, brindando un testimonio elocuente todos los días de vuestro amor a Cristo y a vuestros hermanos y hermanas, especialmente a los más pobres”.
Entre todas las crónicas de aquella mañana, recuperamos hoy la que hermana Barbara Schamber compartió entonces en las páginas de Caritas, como un recuerdo de la enorme alegría que rodeó a las y los asistentes de aquel histórico evento.
Salimos hacia San Pedro alrededor de las 7 hrs. Fue toda una experiencia vernos a todas y a todos en blanco y negro (o en azul) con nuestros pañuelos amarillos. Cuando llegamos a la basílica fue hermoso ver a la multitud y tantos colores.
A las 8: 45 hrs. las campanas comenzaron a sonar, ¡todas las campanas de San Pedro! Podíamos sentir el pulso de las campanas en nuestros cuerpos. Justo antes de que comenzara la liturgia, se les dedicaron algunas palabras, pronunciadas en distintos idiomas, a las personas que serían beatificadas.
Hermana Céline Brousseau estuvo a cargo de leer el mensaje sobre Madre Emilia en francés, hermana Linda Jo Reynolds lo leyó en inglés, y hermana María Antonieta Trimpay, en español.
La misa comenzó con la procesión de entrada. Primero vinieron los acólitos, seguidos por unos 60 obispos con palios verdes. Les siguieron diez obispos en representación de los países de origen de los beatificados, que habrían de acompañar al Santo Padre durante la Misa. El Santo Padre entró con un hermoso palio verde y una mitra, un regalo de las Hermanas de la Providencia.
El cardenal Jean-Claude Turcotte, de Montreal, leyó un mensaje sobre Emilia Tavernier-Gamelin, mujer, religiosa y fundadora. El Santo Padre habló de cada una de las personas a beatificar y fue un momento emotivo cuando escuchamos muy claramente, en italiano: «Emilia Tavernier-Gamelin». Gloria Keylor, Thérèse Frigon, Rollande Malo y Yannick (quien fue curado por intercesión de la Madre Emilia Gamelin) recibieron la comunión del Santo Padre. Al final de la liturgia, el papa volvió a decir los nombres de todos los recién beatificados. En inglés, nos habló y nos pidió que rezáramos por la paz, que rezáramos el rosario en octubre por la paz en el mundo. Luego recibimos la bendición papal.
Las Hermanas de la Providencia nos dirigimos en autobús a la Embajada de Canadá donde participamos en una recepción de tres horas. Por primera vez, las 300 hermanas de la congregación presentes para la beatificación, estábamos reunidas en un mismo lugar y nos tomamos una foto.
Demos gracias a Dios por la beata Emilia Gamelin y pidámosle que interceda por nosotras por la paz mundial, por la compasión y la justicia en favor de las personas más necesitadas en nuestro mundo.