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5 pioneras Providencia parten hacia el Oeste americano

El 26 de octubre de 1856, hace 167 años, luego de «una reiterada solicitud del Obispo de Nesqually (Territorio del Noroeste de los Estados Unidos), la Madre Caron (Superiora General de las Hermanas de la Providencia en ese momento) y su consejo, decidieron enviar a un segundo grupo de Hermanas de la Providencia al noroeste de los Estados Unidos». Un primer grupo había partido en 1852 con el mismo objetivo, pero tras varios ires y venires, terminó en Chile, donde surgió un nuevo territorio Providencia.

«La hermana Joseph fue escogida como la líder de las cuatro misioneras . . . Mary Ellen Norton y hermana Blandine-des-Anges, ambas de 18 años, eran bilingües. Mary Ellen Norton sería una persona muy útil para educar a la juventud, así como hermana Blandine. Adélaïde Thériault, de 30 años, daba señales de poseer un espíritu contemplativo lo que ayudaría a sobrellevar los días activos que vendrían. Su ruego había sido: “Lléveme con usted… Puedo llevar su equipaje y le serviré bien”. Capaz y con pocos días en la comunidad religiosa, provenía de un medio desconocido pero tenía muchas granas de trabajar y rezar. Luego estaba hermana Praxedes, sobrina del obispo Jean-Charles Prince, de 36 años, una mujer con una madurez singular que había vivido seis años bajo la dirección de Madre Gamelin. Tanto ella como hermana Joseph, tendrían la responsabilidad especial de transmitir la misión y el espíritu de aquella santa fundadora. El grupo partió en noviembre con hermana Joseph a la cabeza. El obispo Bourget había anunciado que a contar de entonces “del Sagrado Corazón” formaría parte del nombre religioso de hermana Joseph. Solo dos meses antes se había promulgado el decreto estableciendo que se observaría la fiesta del Sagrado Corazón en la Iglesia universal».

Así da comienzo una parte notable de la historia de las Hermanas de la Providencia, que subrayamos y difundimos hoy en estas breves líneas.

Adaptado de: El me ha dado una llama, Colección Providencia, p 14-15.