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Mi experiencia en Haití, donde… LA PROVIDENCIA SIEMPRE ESTÁ PRESENTE

Sabemos que la Providencia siempre está en acción, entonces me gustaría compartir con ustedes parte de mi vivencia y de mi formación en los últimos años.

En agosto de 2017, partí de Montreal con destino a Haití. Hermana Estelle Boisclair, sp., me acompañó y debo conceder que estaba un poco aprensiva acerca de los desafíos a enfrentar en este hermoso país que, paradójicamente, ha tenido que lidiar con graves problemas relacionados con los desastres naturales, así como con inseguridades sociales, económicas y políticas. Admito humildemente que partí no por mi propio gusto, sino más bien por obediencia.

El proyecto central de mi misión en la Perla de las Antillas era seguir una formación de cuatro años para ser enfermera, con ello vería cumplido en cierto modo mi sueño de niña de llegar a ser pediatra.

Cuando llegué al país, aún no comenzaban mis clases, entonces acepté la sugerencia de hermana Ghislaine Landry, sp., de colaborar en la nueva Escuela Émilie-Gamelin y en la residencia de las hermanas en Torbeck, en el sur del territorio. Mi primera tarea fue ayudar con la mudanza. Luego me pidieron que ayudara con las clases en el Jardín Infantil. Al vivir esta experiencia con los y las niñas pequeñas, no pude permanecer insensible a la energía positiva que sentía por la alegría de estar en su compañía. No me tomó mucho tiempo reflexionar o discernir, pues sólo me di cuenta de que era allí donde realmente quería estar.

Dios dispone de su tiempo y de su hora para todas las cosas.

Ante la duda, de si ser enfermera o maestra, hermana Ghislaine me sugirió sabiamente que «Tomara un tiempo de tres días de discernimiento en el que haría una lista de todas las ventajas e inconvenientes de cada una de las dos opciones, y así pudiera ver que profesión valoraba más la vida religiosa y la vida comunitaria, para luego tomar una decisión en la oración». Sabía que podía contar con su apoyo.

Al final de esos tres días de discernimiento, evaluando mi nivel de francés, pero también considerando los riesgos que entrañaban las profesiones médicas, tomé la decisión de dedicarme a la educación.

Entonces, cuando empecé mi curso de enseñanza en septiembre de 2017, sin dudar pensé que estaba preparada, pero mientras avanzaba, pronto me di cuenta de que no entendía la materia ni las explicaciones y me costaba redactar. Mi primer día fue duro, pesado e incluso desalentador. Sin embargo, al cabo de unos días, empecé a familiarizarme y decidí seguir adelante. Había recuperado el ánimo y la determinación, sobre todo después de la calificación que obtuve en los exámenes de la primera sesión. Tuve que estudiar el contenido del programa, así como el vocabulario y las fórmulas matemáticas y físicas. Durante ese mismo año, realicé prácticas de observación de cómo los docentes daban sus clases.

En 2018, empecé mis prácticas en varios colegios con diferentes necesidades. Me sorprendió que me eligieran para hacer mis primeras prácticas. Me esforcé mucho e incluso practiqué las tareas en mi habitación para dar lo mejor de mí misma.

El 27 de enero de 2023 presenté mi informe final, equivalente a una tesis de posgrado en ciencias de la educación. Este diploma me dio la oportunidad de trabajar a partir del 1er al 9° grado de enseñanza primaria. Me gustaría destacar que, en clases, mis compañeros fueron muy acogedores y pude contar con ellos cuando fue el momento de entregar trabajos y exámenes. Hemos mantenido el contacto y seguimos apoyándonos mutuamente, incluso después de los estudios, porque a veces necesitamos consejos, sobre todo acerca del trabajo que hay que hacer en las escuelas.

Las hermanas Claire Houde, sp. y Ghislaine Landry, sp., me sugirieron entonces que siguiera un curso más avanzado. Así seguí los cursos de psicología de la educación y de administración escolar, los sábados y los días festivos. La inseguridad del país me hizo dudar varias veces, si sería capaz de completar mi nueva formación.   A pesar de todo, el 23 de diciembre de 2023, gracias a la colaboración del personal de la universidad, defendí mi tesis en línea «El impacto de la supervisión pedagógica en el rendimiento de los profesores haitianos», así evité desplazarme desde Les Cayes hacia Puerto Príncipe.

El 29 de diciembre de 2023, me licencié junto con mi compañero François Samuel. Ahora yo soy licenciada en administración escolar y él en psicología de la educación.  Nada en la vida es fácil, pero con la gracia de Dios todo es posible. Hoy, estoy orgullosa de ver los frutos de mi aprendizaje en mi misión en la Escuela Émilie Gamelin y digo ¡Gracias Señor! El inspector Jean-Marc Dieudonné añadió en la ceremonia de mi graduación: » Hermana Nagwa es la alumna que más ha progresado en sus cursos, porque es seria. Siempre está haciendo preguntas para aprender más y entender las lecciones. Llegó a la universidad con un francés básico, pero ha logrado mejorar este idioma y obtener un diploma profesional». El día de mi graduación fue magnífico y doy gracias a Dios por haber estado allí todos estos años.

Aquí ven a François, que se graduó el mismo día que yo, y al Sr. Wilkings Burdeau con su esposa y su hija. Representaban a mi familia el día que recibí mi diploma. El Padre Jean-Jacques St. Louis, Superior Provincial de los Montfortianos, representó a la familia religiosa, ya que sólo podía invitar a tres personas. No tengo palabras para agradecer suficientemente el apoyo recibido de mis hermanas; ustedes son personas extraordinarias. Durante mi graduación, sentí que todas ustedes me apoyaban, aunque no estuvieran allí.   Providencia de Dios, muchas gracias te doy.

Nagwa Gameel Yakoup Mikhail, sp